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Picnic, El Triciclo, El Laberinto, Fernando Arrabal (Cátedra)

Después de la magnífica primera experiencia con Fernando Arrabal y su torre herida por el rayo , me decidí a conocer su obra teatral, género que le ha consagrado como uno de los grandes dramaturgos del siglo XX.
 
El libro elegido ha sido la compilación que Ediciones Cátedra ha hecho de su obra teatral más temprana, compuesta por las legendarias obras Pic-Nic, El Triciclo y El Laberinto. Inconmensurable la labor de esta histórica editorial, en especial en su colección Letras Hispánicas, donde se recoge la literatura esencial en nuestro idioma (una de mis grandes sueños ocultos es llenar mi biblioteca con toda la colección, tal y como los encuentro en La Mancha, la librería más cercana que tengo).
 
Portada del libro de Arrabal
 
La experiencia ha sido de nuevo increíble, con algunos matices. Si os contaba que La torre herida.. me pareció una novela redonda, magistral, perfecta, estas 3 obras de teatro han supuesto para mi una verdadera catarsis. Leer el teatro de Arrabal, del que había oído hablar en numerosas ocasiones, me ha permitido experimentar en primera persona el impacto de - permitidme la expresión - el surrealismo antisocial del que es máximo representante el autor. Las tres obras tienen, a pesar de haber pasado más de 40 años de su creación, una frescura sorprendente. Parecen escritas ayer mismo, y permiten ser interpretadas mediante códigos actuales.
 
Voy a hablar brevemente de las tres obras, sin desvelar nada (tampoco sé si sería capaz de hacerlo aunque quisiera). Se trata de tres piezas cargadas de simbolismo y de una falsa simpleza que exige segundas, terceras o cuartas lecturas.
 
En Picnic, el soldado Zapo, inmerso en medio de una guerra, recibe en medio del fragor de la batalla, la visita de sus padres, dispuestos a pasar un día de campo con su hijo. Tratan a su hijo como a un niño, pidiéndole que deje un lado la guerra y se dedique a relajarse de una tarde de picnic con sus padres. La aparición de un soldado enemigo, que pasa de ser prisionero de Zapo a ser un invitado al picnic familiar, completa la escena sobre la que gira el eje principal de la obra. El absurdo de la guerra y sus contradicciones son el principal tema de Picnic. Es la obra más sencilla de las tres y con un significado más claro.
 
En El Triciclo, una de las obras más conocidas de Arrabal, se nos presenta a un grupo de personajes al margen de la sociedad, marginales, que viven en paralelo al mundo "convencional" pero que ni participan de él ni lo comprenden. Cada uno tiene un comportamiento distinto para enfrentarse a ese mundo incomprensible: el suicidio, el que sólo ve lo que quiere ver de ese otro mundo. Y Apal, que duerme, que se niega a cualquier tipo de acción a sabiendas que ésta no puede cambiar nada. De repente, el asesinato cometido por unode ellos desencadena una respuesta (desde lo marginal) imprevisible de cada uno de ellos. Y en el centro de todo, el Triciclo, el medio de subsistencia de los protagonistas. Tremendamente simbólica, la obra nos habla de los márgenes de la sociedad, de la vida - voluntaria o no - al margen del sistema, de la incomprensión a lo diferente.
 
Por último, El Laberinto, es de las tres la obra más enigmática, más llena de zonas oscuras. En una puesta en escena magistral (un patio rodeado de sábanas que representan un laberinto que oculta una supuesta casa) aparecen dos hombres esposados el uno al otro. Un se queja constantemente de una sed intensa y el otro quiere escapar. Cuando lo logra trata de huir a través del laberinto de sábanas pero siempre acaba en el mismo sitio. Es descubierto y atrapado por la hija del dueño de la casa y por el propio dueño, que cuentan historias muy diferentes y delirantes de lo que ha sucedido. Finalmente hay un juicio donde todo (o nada) adquiere sentido. ¿de qué nos habla el laberinto? Difícil respuesta. De la libertad, del carácter egoísta del individuo, del carácter único de nuestras conciencias, que nos hacen trampas constantemente para convertir nuestros actos en correctos.
 
 
Los escenarios descritos en las tres obras son sencillos, minimalistas, pero simbólicamente muy potentes. No es difícil imaginarse representando la obra, y por sus características - breves, intensas, sencillas y complejas a la vez, enormemente carismáticas - se prestan al entusiasmo de cualquier grupo de teatro con ganas de disfrutar preparando y representando una obra (lo dice alguien que se arrepiente un poco de no haber probado eso tan mágico que debe significar subirse a un escenario..).
 
 
Fernando Arrabal
 
Si no habéis tenido la experiencia de leer teatro, os animo a que lo hagáis con este o con cualquier otra obra de teatro que os atraiga. Os aseguro que es una experiencia única y especial. Si en una novela de ficción convencional nuestra imaginación vuela creando escenarios, rostros y sonidos, una obra de teatro nos lleva a esas mismas representaciones mentales pero en el marco acotado de un escenario. Toda una experiencia. Si además tenéis la oportunidad de ver una obra que previamente habéis leído las sensaciones se multiplican, os lo aseguro. Mucho más que cuando ves una película basada en un libro que habéis leído previamente.
 
Leed a Fernando Arrabal, a ese torrente creativo que merece ser reivindicado hasta la saciedad. Esta incursión en su teatro me hace considerarle sin ningún género de dudas entre los que considero imprescindibles para situar en un mapa la literatura en español.
 
Viva Fernando Arrabal, pero sobre todo, ¡Viva el teatro!
 
 

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