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El devorador de Calabazas. (Penelope Mortimer)

"Pedro Comecalabazas
tenía una mujer
que no podía retener.
En una calabaza la metió
y allí muy bien la conservó."


Editorial: Impedimenta, (maravillosa como siempre).
Páginas: 233.
Capítulos: 25.



Penélope Mortimer da título en forma de canción infantil a esta comedia negra marcada por su alto contenido autobiográfico.


Es una obra sencilla y apasionada, narrada en primera persona por la señora Armitage que nos sumerge en las vicisitudes de una mujer de clase media con el matrimonio y la maternidad como únicos objetivos en la vida. 

Inmersa en lo que su marido denomina el momento más deprimente de su vida, solo cree poder retomar su vida teniendo otro hijo. El señor Armitage, es un renombrado guionista y un tanto faldero le recomienda asistir a terapia para curar su obsesión por tener hijos.



Egoísmo en estado puro, cada personaje busca su camino arrastrando al contrario sin preguntarse si aquello les acerca o les aleja del último aliento por salvar su matrimonio. Como se dice popularmente “cualquier tiempo pasado fue mejor”.




Penélope Mortimer, comenzó su relación con John Mortimer con 4 hijos a la espalda entre ex-marido y relaciones extra-matrimoniales. Tras 20 años de infierno familiar, plagados de crisis, broncas e infidelidades y con 6 hijos de 4 hombres diferentes se divorciaron. 
Sus relaciones con los hombres sirvió de inspiración a sus novelas, entre ellas "El devorador de calabazas", adaptada por Harold Pinter a la gran pantalla.

Una lectura cargada de ironía y melodrama, con mucho humor y ameno por la gran cantidad de diálogos y hábil para que a pesar de la trama no se acabe convirtiendo en un culebrón.


En mi opinión, se trata de una obra muy muy sencilla, con un alegato al feminismo que no va conmigo particularmente.



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